David Martín nació en Barcelona en 1977 y fue jugador profesional de waterpolo durante 14 temporadas, en las que defendió los colores del CN Atlètic-Barceloneta. Durante este tiempo, ganó 8 Copas de España, 8 Ligas nacionales y 7 Supercopas de España. Asimismo, a nivel internacional, entre 2006 y 2009 disputó distintos campeonatos con la selección española, entre los que destacan las platas de la Liga Mundial de 2006 y del Campeonato Mundial de 2009.

Después de su retirada como jugador, Martín se inició en el mundo del entrenamiento dentro de su propio club. En 2016, inició un nuevo camino profesional poniéndose al frente del waterpolo catalán. Finalmente, en 2017 dio el salto a la equipo nacional como seleccionador, cargo que desempeña en la actualidad, con el que ya acumula diversas medallas en campeonatos internacionales.

La selección española masculina lleva tiempo destacando a nivel internacional. ¿Cómo considera que los éxitos del equipo han impactado en la popularidad de LEWaterpolo?  

Es obvio que, cuantos más éxitos a nivel deportivo, mayor es la cobertura mediática. Y esto repercute en la popularidad de un deporte. Lo más bonito de los éxitos de la selección es que los niños quieran practicar el waterpolo, lo que supone más practicantes en los clubes y que la popularidad de la liga vaya creciendo cada vez más.  

Con estos éxitos, y a nivel global, ¿ve el waterpolo como un deporte en crecimiento, que esté ganando popularidad?  

El waterpolo siempre ha estado ahí. Es un deporte minoritario, pero que todo el mundo conoce e incluso lo sigue en los grandes campeonatos. El objetivo es darle más visibilidad durante todo el año y, sobre todo, que crezca el nivel en todas las comunidades. Ese creo que debe ser nuestro gran objetivo. 

¿Cree que la participación exitosa de España en competiciones internacionales afecta de alguna manera al nivel de LEWaterpolo?  

Los éxitos de la selección siempre están ligados a la liga nacional. Estamos en un momento en el que se está creando una identidad propia del waterpolo español tanto a nivel de selección como a nivel de clubes y eso da mucho valor a la liga a nivel nacional e internacional. 

Comparándola con años anteriores, ¿cómo valoraría la evolución del nivel de LEWaterpolo?    

La evolución de la liga es buena en el sentido de que se apuesta mucho por los jugadores jóvenes y nacionales. Sin embargo, el nivel de una liga también se mide por el nivel de jugadores extranjeros que juegan en ella. Y en ese sentido considero que la liga puede y debe crecer más.   

¿Ve preparadas a las futuras generaciones para seguir manteniendo el nivel del waterpolo español en lo más alto?  

Como he dicho antes, los clubes están apostando por jugadores jóvenes nacionales y, además, están haciendo el esfuerzo de jugar las competiciones europeas. Si esta tendencia se mantiene, el nivel de la liga crecerá cada vez más y, en consecuencia, el nivel de la selección seguirá siendo muy competitivo. 

Como exjugador y entrenador, ¿cómo ve la relación entre el waterpolo a nivel de clubes y el éxito de la selección nacional?   

La ambición de los clubes de competir a máximo nivel nacional e internacional y de profesionalizar cada vez más sus estructuras deportivas provoca que los jugadores estén cada vez mejor preparados. Es indudable que este hecho repercute en la selección.  

El conflicto en Oriente Medio, entre Hamas e Israel, plantea incertidumbres sobre la celebración del Campeonato Europeo. ¿Cómo afronta esto el equipo técnico nacional? ¿Continúa la preparación con normalidad o ha habido cambios?  

Lamentablemente estamos acostumbrados a esta incertidumbre ya que lo vivimos con el Covid. Como profesionales, debemos centrarnos en las cosas que podemos controlar y adaptarnos a los escenarios que puedan producirse. Ahora mismo estamos a la espera de noticias y, cuando las tengamos, nos prepararemos para lo que venga. 

¿Qué desafíos existen en el desarrollo de jugadores a nivel de clubes para fortalecer la selección? ¿Qué rol juegan en el desarrollo de la élite del waterpolo español? 

Sin duda la profesionalización, relacionado con el entrenamiento para que los jugadores puedan crecer, y, sobre todo, el crecimiento en partes del territorio nacional donde el waterpolo sigue siendo muy ‘amateur’.