Don Fernando Carpena, presidente de la Real Federación Española de Natación (RFEN) desde 2008. Licenciado en Derecho, su vinculación con el ámbito acuático se gestó en la Federación Madrileña, donde ocupó la presidencia entre 2004 y 2008. Antes de su liderazgo a nivel nacional, desempeñó un papel clave como director de uno de los centros de tecnificación de esta federación, con lo que consolidó su experiencia en el desarrollo deportivo.
Con un extenso historial en el ámbito deportivo y legal, Fernando Carpena actualmente está en su cuarto mandato como presidente de la RFEN. Su objetivo es culminar un nuevo ciclo olímpico con éxitos deportivos, demostrando su compromiso continuo con el desarrollo y la excelencia en la natación española.
Desde 2008 está al frente de la Federación, bastante años ya. ¿Cómo describiría la evolución de los deportes acuáticos en España? Porque, al fin y al cabo, el mundo está cambiando mucho y esto seguro que está afectando al deporte también.
A ver, los deportes acuáticos en general forman parte de la evolución propia de la sociedad. Por lo cual, tanto desde el punto de vista estructural como desde el punto de vista técnico o el organizativo, lo que ha habido es una evolución brutal. Sobre todo en los últimos tiempos. Además, con hechos tan relevantes como ha podido ser la la pandemia o la crisis energética que tanto nos afecta a nosotros. No solo como Federación Española, sino a los que conforman la Federación Española.
¿Cómo podríamos medir esa evolución? Es complicado. Es complicado porque habría que hacer una foto inicial y luego ir viendo cómo vamos desarrollando. Fundamentalmente, yo creo que desde el punto de vista deportivo y, en lo que es más relevante. en resultados, somos una federación multidisciplinar. Esto significa que en ocasiones los resultados de una especialidad no son los que uno espera, pero, sin embargo, luego tiene otras y el balance puede ser positivo en la evolución de los resultados. Podríamos ir sector por sector.
Yo creo que lo fundamental en lo que hemos mejorado a nivel federativo es que hemos consolidado una estructura profesional que permite ahora una tranquilidad en lo que es el la ordenación y organización de nuestros deportes. Bueno, con carácter general, diría que ha habido un cambio enorme. Lo que hemos hecho es una adaptación a los nuevos medios y, desde el punto de vista de las mejoras tecnológicas que son fundamentales, pues también las estamos utilizando. Pero ya no solamente como Federación Española de Natación, desde el ámbito estructural, sino también incluso en el ámbito deportivo.
¿Y cree que esas mejoras tecnológicas podrían ayudar también, en un futuro, a dar más visibilidad a los deportes y, así, potenciarlos?
Sí, ese es uno de los aspectos que, cuando hablamos en general de lo que ha pasado desde el 2008 a lo que está pasando en el 2024, es fundamental. O sea, una de las apuestas que hemos hecho en la mejora estructural es mejorar la visibilidad de nuestras actividades deportivas. Por supuesto. Hemos tomado más medidas. La última, digamos que de más calado, la creación de de de un sistema que hemos incardinado en algo que llamamos la Liga Española de Waterpolo, la oficina de la liga. Lo que ha pretendido, precisamente, es aumentar esa visibilidad con el esfuerzo de todos.
Esa visibilidad es más sencilla ahora que cuando empezamos en el 2008, dentro de la dificultad que tiene de tener impacto. En 2008, 2009, si no aparecías en televisión o en los medios escritos es que no aparecías en ningún lado. Ha habido un desarrollo brutal en lo que son las redes sociales, la utilización del streaming, la sencillez a determinados niveles de hacer una producción que resulte atractiva. Bueno, pues son muchísimas cosas.
Por supuesto que todo lo que sea innovación tecnológica, dentro del cambio de hábito o adaptación que provoca casi siempre, a la postre es claro que nos mejora en el tema de la visibilidad. Indudablemente que sí.
Aprovecho que nos ha mencionado el waterpolo. Empezó como jugador en este deporte a nivel de club para pasar a dirigir ese mismo club. También pasó por la gestión de una federación autonómica hasta llegar luego a la federación nacional. Entonces, el waterpolo estoy segura de que es un deporte que conoce bien. ¿Qué evolución ha habido en específico en el waterpolo desde que empezó?
Bueno, primero voy a hacer una precisión. Yo empecé siendo, como pasa casi siempre, nadador. Y siempre lo he dicho. Yo fui nadador, diría que no mediocre, lo siguiente. Muy flojito. Menos flojito, pero también flojo fui en el waterpolo. Efectivamente, he tenido una trayectoria como deportista y luego en distintos lugares de lo que es la organización federativa. Tanto en club como en federación autonómica.
En waterpolo en la época en que yo era aspirante a jugador, por decirlo de alguna manera, teníamos una liga nacional con seis equipos. Y ahora hay que ver la expansión que ha tenido solamente en dimensionamiento.
¿Qué ha pasado en el camino? Bueno, pues es una especialidad, una disciplina, tremendamente exitosa. Que también habría que analizar, y podemos hacerlo, el por qué yo considero que está llegando en el año 2024 (año olímpico) con las máximas aspiraciones. Pero es que esta evolución no se hubiera producido simplemente porque la Federación hubiera invertido más. Es que lo han hecho los clubes. Es que se ha generado una dinámica positiva que ojalá todas las especialidades la tuvieran, porque eso significaría que todos estaríamos de una manera alineados. Y, sobre todo, concretos en el objetivo.
Siendo un deporte de equipo como es, los deportistas que luego conforman los equipos nacionales forman parte de los clubes. Y es que la mayor parte del tiempo están en los clubes. Entonces, si ese trabajo no estuviera alineado con lo que luego es el equipo nacional, los resultados probablemente no serían como son.
La evolución del waterpolo, en este caso, los resultados ya lo indican. Pero lo que no se ve, que es probablemente lo menos lo menos visible, es que ya hay competición nacional, en femeninas, hasta Primera División y, en masculinos, hasta Segunda División. Pero es que luego tenemos las fases de los campeonatos de España, pero es que luego tenemos lista de espera en equipos alevines e infantiles que no les podemos dar cabida en los en los campeonatos de España. Porque nos desborda. Bueno, pues eso yo creo que define de alguna manera lo que ha pasado y lo que está pasando con el waterpolo.
¿Cree que estos éxitos y el boom que está teniendo el waterpolo podría llegar a convertirlo en una disciplina capaz de competir contra grandes deportes como el fútbol? ¿O es una batalla utópica?
Las utopías está bien tenerlas y plantearte un objetivo muy ambicioso. En cualquier caso, la utopía no tiene que generar ansiedad. Tenemos que ser realistas, poner los pies en el suelo. Hablas de de de fenómenos de masas. Yo podría decir ejemplos de cómo se puede llegar a convertir un deporte, una especialidad deportiva, en un fenómeno de masas.
Llegar a ser como el fútbol masculino a primer nivel y tal, yo creo que es complicado Primero porque hay que reconocer que nuestras especialidades acuáticas, como su nombre indica, se desarrollan en el agua. Nuestras especialidades acuáticas se desarrollan normalmente en instalaciones que son mucho más costosas que un campito de fútbol. Ya no digo un estadio. Con lo cual, eso genera ya per se unas características a nuestras especialidades acuáticas que son una limitación en el desarrollo. Porque, siendo una instalación acuática, es una instalación costosa, normalmente la propiedad es pública o municipal en la que los clubes tienen que encontrar su espacio. Y el waterpolo necesita toda la piscina. Entonces, bueno, esa es una característica.
Pero hay ejemplos claros y no los voy a nombrar, aunque todos los tendréis en en la mente. Si se hace una apuesta decidida por parte del Gobierno a apoyar una especialidad deportiva, sea bajo el manto de que es el deporte femenino y demás, y nos lo ponen todo el día en en los focos de información y se ayuda a que se consolide la estructura profesional de todos estos, estaremos encantados. Ayer asistimos a una noticia: que se pone en marcha un convenio colectivo en el baloncesto femenino. Estaré encantado de que me presionen para tener un convenio colectivo en el waterpolo femenino. Esto hablando del deporte femenino. Yo también diría «es que en el basket lo tienen en el masculino». De acuerdo, pero es que se ha declarado como deporte profesional desde hace tiempo con una serie de connotaciones. Pero es que si a mí como federación, como responsable de la Federación, me ponen esos medios, probablemente, no voy a decir que luchemos por ser el número 1 del ranking de visibilidad. Pero estaremos más arriba.
Pongo otro ejemplo. Nosotros organizamos el campeonato del mundo, la World Championship, de todas las especialidades en Barcelona. En la rueda de prensa de presentación estábamos las autoridades de la internacional, y también estaba el director de Deportes de Televisión Española. Y, en las preguntas de la prensa, en un momento determinado se le preguntó a Televisión Española que cuándo algún deporte o alguna especialidad de este Campeonato del Mundo podría estar en La 1. Ya no digo en La 2 o en Teledeporte, en La 1. Y dijo que cuando tuviésemos un finalista en el Campeonato del Mundo y optáramos a medalla de oro. El waterpolo femenino quedó finalista y luego campeón del mundo. En La 1, según la información que me dieron, 2 millones de espectadores siguieron la final del Campeonato del Mundo. Claro, pero eso pasó un día del mes de julio del año 2013. No volvió a pasar nunca más. Pero si eso me lo reiteras, pues yo no sé qué pasaría. No sé si la cara de Laura Ester o de Maica García ya la conocería todo el mundo. Si abre el telediario para decir determinadas cosas, porque resulta que ha encontrado un sponsor Maica, igual que lo puede tener Felipe Perrone si eso es noticia, pues todo el mundo conocerá a Maica, una chavala encantadora aparte de extraordinaria jugadora, que es lo importante. Entonces, bueno, pues son situaciones que es difícil que podamos contrastar, pero ¿podemos luchar? Difícil por nuestra circunstancia. Mucho más difícil si no te dan los medios.
Y además de luchar por conseguir títulos, como en 2013 en Barcelona, este año (que vienen muchos y muy seguidos), ¿qué objetivos tiene la Federación para el waterpolo español a largo plazo? ¿Qué retos pueden presentarse en estos objetivos?
A ver, el reto fundamental es consolidar lo que ya tenemos y mejorarlo. Indudablemente. Es de Perogrullo y sirve para waterpolo o para cualquiera. Pero yo creo que tenemos en el waterpolo retos importantes. El principal reto es saber capitalizar el resultado internacional, tan relevante con los equipos nacionales, pero también con los clubes. Todo el mundo conoce la Champions League de fútbol, pero también hay Champions League de waterpolo. Y probablemente este año, en mujeres, en la Final Four haya tres equipos españoles. Y en lo masculino, dentro de la segunda fase de esa Champions League, en este momento tenemos dos: Atlètic-Barceloneta, un clásico, y Club Natació Sabadell. Es difícil que lleguen los dos a la Final Eight, pero el Atlètic-Barceloneta ha sido campeón de Europa, de la Champions. Es decir, que no solamente está el foco en el equipo nacional, sino también en los clubes.
Nosotros tenemos un reto estructural entre los clubes y la Federación Española: que eso que hemos creado entre los dos que se llama oficina de la liga, la LEWaterpolo, que realmente consiga los objetivos que se han perseguido. Que el producto ligas se consolide como un producto autónomo que sea capaz de ser autosuficiente. Ya no solamente como organización, sino que ayude a los clubes a que tengan más recursos; si tienen más recursos, probablemente pueda haber más profesionalidad a los jugadores. Hombre, si nos viene una ayuda y nos dan 12 millones de euros para eso, para consolidar las estructuras, será más sencillo. Pero entiendo que nosotros hemos iniciado un camino y que tenemos que conseguirlo.
Entonces tenemos el objetivo, en ese caso, de la élite. Pero también tenemos todavía en España dos comunidades autónomas que no hacen waterpolo. Esto hay que lucharlo. Hemos conseguido expandirlo mucho, lo hemos conseguido. Y también tenemos, dentro de un estudio que hicimos, un plan era conseguir que incluso la élite esté más repartida. Porque, si conseguimos que no todo esté focalizado en dos o tres comunidades autónomas, probablemente el producto liga sea más atractivo y, con ello, la posibilidad de conseguir recursos porque haya gente que no quiera focalizar su esfuerzo, digo empresas solamente en determinados sectores. Pues a lo mejor interesa que Extremadura sea en un momento determinado un foco, y que lo sea Galicia. Y estamos trabajando en ello. Es difícil porque ya no depende solo de nosotros. Nosotros somos las Federación Española. Y la oficina de la liga en este momento la componen a partes iguales la Federación Española y los clubs que están en este momento en División de Honor. Pero si tenemos una visión de futuro, entre todos tendríamos que buscar que hubiera Asturias, que hubiera Galicia, que hubiera El País Vasco a primer nivel. Que Andalucía esté también a primer nivel, que Baleares lo esté… Y es otro reto que tenemos. Que la expansión básica y cuantitativa que ya tenemos, salvo en dos comunidades autónomas que nos quedan – hay que conseguir llevar las porterías a las piscinas y un baloncito para que se den cuenta de que la gente disfruta -, se convierta en cualitativa.
Hablando de la Champions, como ha comentado, se están consiguiendo números importantes. ¿En qué posición nos deja a LEWaterpolo en comparación con las ligas de otros países?
Yo diría que la liga española es tremendamente competitiva. Es verdad que, en la masculina, ha tenido un predominio brutal, pero siempre hay candidatos a desbancarlo. La apuesta del Club Natació Sabadell es importante, pero también la de otros clubes como Club Natació Terrassa, Club Natació Sant Andreu, Club Natació Barcelona… Porque en el mundo del waterpolo ya no es que yo quiera ser el mejor, es que yo te quiera quitar el sitio. Y, si tú tienes buenos jugadores, yo quiero tener los mejores y, si es posible, te los quito. Hay una dinámica de ambición, que eso es fundamental y que al equipo nacional y a la Federación Española nos ayuda muchísimo. Es decir, las ligas son importantes.
¿Qué ligas hay en Europa? ¿La liga italiana? Vale, pues queremos llegar al nivel de la liga italiana. Pero la liga española es potente. Y he hablado de hombres. De mujeres, ya no te digo. Porque Holanda es muy fuerte como equipo nacional, pero, como clubs, están aquí las mejores. Es que hasta las incentivan a que vengan las mejores para que pasen la temporada aquí y lleguen mejor preparadas para el equipo nacional. Pero claro, ahora por las circunstancias, y también por una dinámica que se ha producido, igual que el Atlètic-Barceloneta tuvo una época de predominio absoluto – con ciertos candidatos muy cerquita – pasaba lo mismo en el waterpolo femenino con el Club Natació Sabadell. Pero es que luego surgió el Centre Natació Mataró, que ya ha estado con ellas en la Final Four en dos ocasiones. Es más, creo recordar que incluso, en una edición que hicimos en Barcelona, el campeón fue Club Natació Sabadell y el subcampeón fue el Centre Natació Mataró. Pero se ha subido otro candidato aprovechándose de que cada vez hay más jugadoras nacionales de nivel que han conseguido grandes resultados a nivel internacional con los equipos juveniles, junior y senior y no todas caben en un mismo equipo. Con lo cual se ha extendido el nivel cualitativo medio cada vez más potente. Y ahora tenemos al Club Natació Sant Andreu. Aspiramos, deseamos y estamos casi convencidos de que va a conseguir cosas – porque casi depende de lo que suceda entre el CN Sabadell y el CN Terrassa, que es otro de los que estaba metido en esta Champions, aunque no va a poder llegar a la Final Four porque le ha tocado un grupo en el que está el CN Sant Andreu.
Por tanto, hablando del nivel de las ligas, claro que tenemos que mejorar. Deportivamente, por supuesto. Como imagen, lo estamos haciendo con la oficina de la liga. Y con la complicidad de los clubes. Si no, no sería posible.
Y, para terminar, ¿tiene la Federación pensado ofrecerse para acoger alguna competición internacional?
Acabamos de presentar una carta, hace dos meses, diciendo que queremos albergar el Campeonato del Mundo del año 2031 o del año 2033.
En España ya hemos organizado el campeonato del mundo. Ojo, 1986. Aquí arriba, en esta instalación donde está la Federación Española, cuando los campeonatos del mundo eran otra cosa. Luego ya hicimos el de 2003, que ya no era como el del 86, pero tampoco como el del 2013. Ni tampoco el que va a ser posiblemente en el 2025 y en el 2027, o ahora en Doha. Es decir, ha habido una evolución brutal.
Nosotros hemos presentado, una manifestación de interés por organizar estos eventos para, de alguna manera, generarnos a nosotros mismos dos cosas: ilusión y consolidación de estructuras. Me explico. Ilusión, por supuesto. Es decir, si a ti te conceden un campeonato del mundo, el foco es ya no solamente de nosotros, sino incluso de los que te arropan, de nuestros cómplices, que normalmente son administraciones públicas y, ojalá cada vez más, empresas privadas. Pero luego yo digo en consolidación de estructuras. ¿Qué significa esto? Eso significa y que hemos estado en contacto con ocho capitales de provincia e incluso la capital del Reino para demostrarles que el aspirar a un campeonato del mundo puede significar, para algunos, una utopía; para otros, irracional, y para otros, cierto interés. Pero también para demostrarles que no tenemos instalaciones en España para albergar eventos de cierto nivel. No digo de campeonato del mundo. Incluso de Campeonato de España. Hago enclave de mucha masa como son los campeonatos de España de natación. Lugares donde se puedan meter mil, mil quinientas personas y mil personas de público. Eso ha llevado a sensibilizar a algunas ciudades. Va en paralelo con un proyecto que yo también considero que es casi tan utópico como es la organización de un campeonato del mundo: tener una sede que permita a la Federación Española albergar sus campeonatos de España más importantes y, si puede albergar campeonatos de España más importantes, significará que puede albergar campeonatos internacionales de cierto nivel. Hablando de Waterpolo, ya que mi origen es de waterpolo, por supuesto para organizar Final Six, Final Eight, campeonato del mundo junior, campeonato de Europa junior… y ahora mismo nos encontramos en una situación absolutamente precaria. Pero eso lo extendería a otras especialidades. Natación, yo no puedo traer en España un campeonato de Europa junior, un campeonato del mundo junior. No puedo traer una copa del mundo de natación. Que no es un campeonato del mundo que, efectivamente, está valorado presupuestariamente en más de 100 millones de euros.
Entonces, hemos pretendido dos cosas con esto. La primera, generar ilusión. No he cerrado la puerta porque todavía tenemos tiempo. Estamos hablando para campeonatos del mundo de 2031, 2033. Yo vendré con otra garrotita. Ya no solo con una, sino con dos. Es generar expectativas. Y lo otro, también darnos cuenta de dónde estamos nosotros. Hemos estado con Valencia y no tienen una piscina en condiciones. Capital. Valencia es la tercera, la cuarta del ranking de ciudades en España. Madrid, no tiene. Sí, tenemos el M-86. Campeonato del Mundo en 1986. Ha durado 40 años a pleno rendimiento. Se nos queda corta. Lo que antes valía para un campeonato del mundo, ahora era no vale para un campeonato de España. Zaragoza. «Queremos ser capital europea del deporte». Sin piscina. Vamos a verlo, vamos a trabajarlo.
Bueno, pues estamos generando también expectativas de ese tipo. Ilusiones para también seguir enganchado en esta rueda del deporte acuático.
Bueno, esperemos que haya suerte.