Felipe Perrone es un jugador de waterpolo hispano-brasileño reconocido. Nacido en Río de Janeiro en 1986, Perrone juega para el Zodiac CNAB y ha representado a la selección española en numerosas competiciones internacionales – siendo, además, el capitán del equipo.
Entre sus logros más destacados en el ámbito internacional se encuentran el reciente oro en el campeonato de Europa en Zagreb y el Mundial de Hungría de 2022, donde fue elegido como el Jugador Más Valioso (MVP) del torneo. A lo largo de su carrera, ha jugado para varios clubes, incluyendo el CN Barcelona, el CN Atlètic-Barceloneta, el Savona, el Pro Recco y el VK Jug.
Además de su éxito en el waterpolo, Perrone también es conocido por su liderazgo y su dedicación al deporte.
Felipe, muchas gracias por estar aquí con nosotros. Cuéntanos, ¿cuál es el origen de este Perrone que conocemos hoy? ¿Cómo empezaste a jugar al waterpolo?
Yo nací en Brasil y claro, ahí todo es fútbol. Pero mi padre jugaba al waterpolo, mi hermano jugaba al waterpolo y me dejaban en la piscina todo el día.
Dice mi padre que nunca me forzó a jugar ni nada, pero yo pasaba todo el día en la piscina. Al final acabas jugando. Y creo que de ahí vino mi pasión por el deporte.
La afición, ¿no?
Sí, sí, sí. De estar en el agua jugando con amigos. Yo creo que que eso es lo más bonito del waterpolo y ahí es donde yo vi esta pasión, que la tengo hasta hoy.
Al final, si disfrutas haciendo algo, no quieres parar de hacerlo.
Qué diré yo, ¿no? Con 37 años aquí jugando y sigo aguantando. Pero la verdad es que me apasiona no solo jugar; me apasiona entrenar y me apasiona estar con un grupo de jugadores, con este equipo, que yo creo que es muy especial y es una cosa que te da el deporte.
Desde luego, qué buena decisión tomaste. Cuatro veces olímpico, mejor jugador del mundo en 2022, un sinfín de éxitos a nivel de club, selección y personal… ¿Ese pequeño niño se habría imaginado llegar hasta aquí?
Buena pregunta. Mira, yo me acuerdo de en el 96 ver a España quedar campeona olímpica y era mi sueño, ¿no? Obviamente, lo ves tan lejos todo y no te vas dando cuenta. Te van llegando cosas y, al final, ahora creo que ya puedo mirar un poquito hacia atrás. Y me quedo muy contento por todo lo que he vivido, por todo lo que he construido.
Sobre todo, por lo que he vivido. La relación humana, las amistades, las relaciones que creas… esto es lo que queda al final. Al final nadie se va a acordar de lo que has ganado, que has sido el mejor, si has sido campeón o no. Pero estos recuerdos como persona de lo que he vivido y los que la gente tiene de mí, pues son muy especiales.
¿Cuál crees que ha sido la clave en tu desarrollo para llegar tan alto?
Yo creo que disfrutar de lo que hago.
Quien ha convivido conmigo sabe que yo disfruto del waterpolo, disfruto de entrenar. Al final es un deporte muy exigente, te exige mucho, pero una vez esto es un hábito y esto es algo a lo que te acostumbras, lo disfrutas. Y creo que esto me ha ayudado mucho en mi carrera.
Eres un referente mundial, y siempre te has preocupado por los más jóvenes. De hecho, recientemente has anunciado tu colaboración con BIWPA. ¿Qué parte de tus conocimientos y experiencias puede ser más significativa para esos jóvenes jugadores en formación?
Creo que, primero, la colaboración con BIWPA es por poder llegar a más gente. Yo creo que al final es una academia que recibe gente de todo el mundo. Hay muchos equipos que vienen a España a aprender waterpolo, y a través de BIWPA consigo llegar a mucha más gente.
En cuanto a mis enseñanzas, yo creo que la experiencia de lo que he vivido. Obviamente entramos en aspectos ya del juego, pero también aspectos de vida y de fomentar este deporte. Porque al final, aunque no seas un campeón, solo por jugar este deporte, ya eres un campeón.
Y, como capitán de la selección, ¿qué cualidades crees que tiene un buen líder?
Uf, yo creo que cada líder tiene sus características. Yo, sinceramente, de lo que disfruto mucho es de aprender de los demás. De escuchar y aprender, porque yo creo que nos equivocamos muchas veces cuando creemos que el mayor y el capitán tienen que ser la voz absoluta y los que saben todo. No, todo lo contrario. Yo cada día aprendo con los demás jugadores. Cada día es una lección y creo que ellos lo notan y esto hace que que mi liderazgo no sea solo mío, pero de todos.
Este año va cargadísimo de competiciones, a nivel de club y de selección. Una temporada algo atípica. ¿Cómo ves las próximas competiciones internacionales? ¿Cuáles son los objetivos?
La verdad, yo siempre lo digo, nosotros hemos quedado terceros del mundo y no estamos felices, la gente no está feliz. Esto indica que realmente nuestro objetivo es ganarlo todo. A partir de ahí, luego lo miras con calma y terceros del mundo es un gran resultado. Pero yo lo que sé es que entrenamos y nos preparamos para ganarlo todo. Luego el deporte es el deporte y al final son mínimos detalles. Qué os voy a contar.
Esta temporada, tu sobrino Tomás Perrone tiene ficha en el primer equipo y se os ha visto jugar juntos. Cuéntanos, ¿cómo es la experiencia de competir al máximo nivel del waterpolo con tu sobrino?
Es muy especial. Yo le vi nacer. Mi hermano tuvo una función muy importante. En todo mi desarrollo como deportista y como persona, fue un poco mi mentor. Y ahora tener a su hijo aquí es también para mí una oportunidad de poder devolverle un poco todo lo que hizo por mí. Pero, más que nada, yo creo que es bonito ver a un niño con la ilusión que tiene él y con las ganas que tiene, independiente del nivel al que llegue. Solo por la manera en que lo está viviendo y la manera en que se está entregando a este deporte, le van a venir cosas bonitas. Seguro.
Y, para terminar, si pudieras crear un dream team con compañeros que has tenido en la selección y en el club, ¿quién estaría en tu 7 ideal?
Sé que esto es no mojarse, pero yo me quedo con el equipo actual. No miro para atrás. Así que pongo de portero a Unai Aguirre. Pongo en 1-2 a Marc Larumbe y Bernat Sanahuja; de defensor, a Martin Famera; en 4-5, a Alberto Munarriz y a Unai Biel, y a Roger Tahull en la boya. Me quedo con esto y no porque otros no lo hayan hecho muy bien. Estoy encantado con este equipo, disfruto mucho y lo dejo ahí.
Muchas gracias.
A vosotros.